sábado, 24 de marzo de 2012

El Cirujano


Una reportera fue invitada una vez por un  renombrado cirujano a contemplar una difícil operación que iba a realizar.

Mientras el cirujano llevaba a cabo los preparativos necesarios para la operación, parecía confiado, pero un poco nervioso.


Luego, emprendiendo el camino hacia el quirófano, se detuvo un momento e inclinó la cabeza (mientras hacía una breve oración en su interior).

Más tarde durante la operación, sus manos se veían sin nervios… se veían tranquilas…

La reportera expresó su sorpresa de que un cirujano elevara una oración antes de la cirugía y dijo: Yo creía que un cirujano confiaba en su propia capacidad.

¡¡ Un cirujano es solamente un hombre!! Fue la contestación del médico.
No puede hacer milagros por sí mismo. Estoy seguro que la ciencia no podía haber avanzado tanto, si no fuera por algo más fuerte que el solo hombre.

Y después terminó el cirujano diciendo:

Me siento tan cerca de Dios cuando estoy operando, que no sé dónde cesa mi habilidad y comienza la suya.

Salmo 71:
16           Iré en la fortaleza del Señor Jehová: Haré mención de tu justicia, que es sólo tuya.
17           Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

Proverbios 3:6 Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.

Fuentes: Renuevo de Plenitud

2 comentarios:

  1. Esta muy interesante esta historia del cirujano, ojalas todos los cirujanos del mundo fueran como este que pone toda su confianza en Dios, antes de ejercer su trabajo.

    Hermano mio, que Dios te bendiga y te de siempre de su inmensa sabiduría para que siga evangelizando a todos aquel que tiene sed de las palabras de Dios.

    ResponderBorrar

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.